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Hace dos semanas fuimos a festejar el cumpleaños de Lulúe, con La Pelusa y Mr Palace, yo estaba bastante emocionado por al fin conocer este lugar del que tanto se comenta, siempre lo ponen como el mejor restaurante del país, que puedes esperar cuando vas a un restaurante catalogado entre los 100 mejores del mundo, pues obviamente lo mejor.
La cocina es mexicana/española, ya que los chefs son Vascos, y trabajaron con Juan Mari Arzak dueño del Tezka en México y unos de los mejores chefs del mundo, entonces tienen toda la influencia de la cocina molecular, que en donde las formas tradicionales de la comida se alteran, es decir hacer que un Foie Gras tome la forma de Algodón de Azúcar por decir un ejemplo, pero bueno, de ahí pasamos a las deconstrucciones que son tomar un platillo digamos unos camarones en salsa de coco y montamos por un lado el camarón, por otro bolitas de coco empanizadas con pamko y por otro la salsa pero realmente espesa que parezca pintura, todo esto hace que los platillos sean muy elaborados y a la vez muy originales y caros.
Bueno pues de entrada llegamos unos 20 minutos tarde Pelusa y yo, ya nos esperaban la festejada y Mr. Palace, al entrar vi el lugar abarrotado y con tres mesas muy grandes de unas 12 personas cada una, ahí empezó el problema, el servicio fue extremadamente malo, tardamos una hora en poder pedir los alimentos y el vino, así que cuando te dicen que es el mejor lugar de México, esperas excelencia en el servicio y sobre todo en un país en donde el servicio es una de nuestras fortalezas, uno trata de comprender que los meseros tengas más trabajo por atender mesas muy grandes, pero al final del día es el mismo número de comensales que tienes capacidad de atender, solamente que agrupados en menos mesas, pero bueno, Lulúe pidió el menú de degustación de seis tiempos por $690, estuvo en general muy bueno el menú, los otros tres no tan sofisticados pedimos a la carta, primero una tortilla española, barbará, jugosa, suave, muy rica, luego unos pimientos rellenos de bacalao, buenísimos, después media ración de Chorizo Ibérico (embutidos que provienen de un cerdo originario de España que es negro y casi un jabalí, tiene mayor contenido de grasa y se alimenta principalmente de bellotas) delicioso, lástima que siempre dura muy poco, después yo le entre con un Cordero Moruno $285, pensaba que iba a ser tipo el Pincho Moruno de los bares de tapas de Madrid, que básicamente son cuadritos de lomo de cerdo asados con pimentón a la plancha hasta estar crocantes y bañados en una salsa brava, pues no necesariamente era, sí tres cuadritos de cordero con mejorana, paprika, pimienta sin la salsa, reinterpretado pero lo sentí falto de carácter, no estaba malo, pero esperaba otra cosa que el capitán no entendió cuando pregunté cómo era, La Pelusa pidió los Chipirones en su tinta $160 estos si eran de los mejores que me he comido, una salsa espesa negra de tinta, sobre arroz blanco, simple y delicioso muy buen sazón, Mr. Palace le entro a la carrillera $245, que se veía muy buena, y así lo estaba, en conclusión nos fue bien, pero esperaba más, quede un poco desilusionado, me han atendido mucho mejor en restaurantes mucho más grandes y con muy buen sazón por la mitad del precio, la carta de vinos es atemorizante no hay nada abajo de $550 y el único vino sobre los $300 estaba agotado, pero eso sí los vinos de a $550 no valen $300 en las tiendas cuando mucho unos $150, así que no obtienes lo que pagas, en cuanto al postre todo estaba tan recargado y elaborado que no se antojó anda, ya era tarde y estaban demasiado condimentados así que pasamos, pero el bizcocho de chocolate que le enviaron por su cumpleaños a Lulúe estaba de diez, no sé porque no ofrecen eso también en la carta, la cena estuvo divertida, ahora que si quieren vivir la experiencia de la cocina molecular o la avant gardé sin tener que ir al Bulli en Catalunya, pues este puede ser un buen ejemplo.
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