Hace un año leía la revista Chilango (la cual tiene artículos buenos y otros muy desafortunado) y vi una pequeña reseña acerca de la versión menos glamorosa de la ruta del vino en Querétaro, a las dos semanas nos fuimos La Pelusa y yo a Ensenada a tener un autentico Leaving Valle de Guadalupe, pero eso es algo para otro Post, hace un mes nos invitaron a pasar el día en el viñedo de La Redonda en Ezequiel Montes, Querétaro, fue un poco desafortunado ya que los amigos que nos invitaron tuvieron que regresarse muy rápido, entonces tomamos un tiempo para recorrer Tequisquiapan y comprar unos cortes de carne a pie de carretera entre Ezequiel Montes y Tequisquiapan, muy recomendables y a muy buen precio.
Ahora viene lo bueno, encontramos que Freixenet iba a tener una cena en la cava el día 17 de Julio, incluía todo el espumoso que puedas beber, un menú de cuatro tiempos (Entrada, sopa, plato fuerte y postre) esto acompañado de un show de Flamenco al compás de la Opera de Carmen de Bizet, todo por $950 pesos por persona, primero como que nos dolió el codo, pero pues como venía mi cumpleaños, dijimos pues ya estas, así que tomamos la carretera desde la Ciudad de los Palazos (DF) hasta la Peña de Bernal aproximadamente 3 horas con todo y una hora que nos tomo cruzar Satélite, pero bueno, ya instalados en un hotel muy mono el Centenario del Centro, y bien acompañados porque los Sr Palace se unieron al plan (bueno los medio unimos al no queriendo la cosa, pero pues como sabían que iba a haber alcohol y comida no fue tan difícil que se animaran).
Ya instalados decidimos ir a cenar al Piave (Zaragoza no. 13, Col. Centro, Bernal, Qro. C.P. 76680 Tel. 441- 2964008), restaurante italiano, atendido por su dueño, tiene una terraza muy agradable para cenar afuera, las porciones están muy bien servidas, pedimos un antipasto que tenia berenjenas, jitomates deshidratados, embutidos y quesos, muy bueno y de bastante buen tamaño, La Pelusa pidió unos ravioles rellenos de espinacas excelentes, elaborados desde la pasta en el restaurante, muy buenos, Mr. Palace se discutía con una pasta a la carbonara, que la porción era como para dos personas, se veía muy buena, no crean que me deja meterle el tenedor mucho a su plato, la Lulúe se lució con una ensalada con aguacate, arándanos, queso parmesano, enorme, le faltaba algo de aderezo, yo me pedí una Focaccia, de cuatro quesos (fontina, mozzarella, cambonzola, provolone), la masa es más gruesa que la de la pizza y sin la base de tomate, es como un pan tostado grande con queso, muy rico, pero no me lo pude acabar, para terminar unos buenos cafés con una grappa Piave, muy italiano.
Ya al día siguiente nos fuimos a desayunar al Arrayan (a un lado del Piave), pedimos un platón de fruta al centro, no está muy grande es más como individual, después La Pelusa y la Lulue se pidieron unos chilaquiles rojos, que podemos decir que son una deconstrucción de los chilaquiles (esto en la cocina es separar los ingredientes principales de un platillo y dejar que el comensal los mezcle)una idea absolutamente innovadora, ponen cinco tortillas tostadas enteras y bañadas en la salsa roja, como si fuera una torre de hot cakes, con su queso fresco y crema para darle gusto al paladar, muy buenos, yo me pedí un platón de enchiladas con cecina, tenía la misma salsa roja de los chilaquiles buenísima, pero muy brava, rico, Mr. Palace le entro a unos huevos.
Le dimos la vuelta a Bernal, hay que reconocer que lo tienen muy limpio, probé un pan de natas en la tienda del restaurante el Mirador, que estaba bárbaro, suave, recién horneado, una delicia, después de caminar y comprar el suvenir, nos fuimos a la Redonda a comprar algunos vinos, cabe mencionar que nosotros compramos en nuestro primer viaje una botella del Rosado Espumoso $195 y si está muy bueno, tiene muy buena burbuja, hace unos rosarios hermosos (son los hilos de burbujas que se forman en la copa al servir el vino, esto es un factor que define la calidad, mientras más rosarios y más pequeña la burbuja mejor el vino) y el día anterior le entramos a un Orlandi Cabernet Sauvignon-Merlot 2005 15 meses de barrica, es un vino suave con aromas de confitura, frutas rojas, cuero, tabaco, bien equilibrado ideal para comida italiana, cuesta $175, lo cual no está mal, este viñedo se encuentra antes de llegar a Ezequiel Montes a pie de carretera sobre la carretera Tequisquiapan – Ezequiel Montes
Ya encaminados decidimos ir a comer a Tequisquiapan o Tequis, como les guste más, en la visita anterior fuimos a comer La Pelusa y yo a las Brasas (Morelos 9, Centro, Tequisquiapan, Qro.), es un restaurante argentino que vende cortes de carne de ganaderías locales, que buena carne, nosotros pedimos con mucha hambre lo cual fue un error ya que las porciones están muy bien servidas, pedimos el entremés Las Brasas que tenia, Chorizo argentino, Chistorra, dos empanadas la de carne no esta buena una de queso con elotes que La Pelusa devoró, pimiento verde salteado y queso provolone, que bárbaro era muchísimo, pedimos un par de Bifes de Chorizo $175 que incluyen la barra de ensaladas, yo recomiendo pedir el corte si solo son dos si son cuatro o más un entremés para compartir, y por si fuera poco pedimos una jarra de Clericot y que cosa eran como dos litros, estaba bueno.
En el viaje actual fuimos los cuatro a comer a Caprichos (20 de Noviembre N°. 22
Col. Centro, Tequisquiapan, Qro.) está a unos pasos de la plaza central, no estaba muy lleno o más bien bastante vacío el lugar pero lo recomendaban mucho, teníamos hambre para varear, así que le dimos una oportunidad, La Pelusa andaba inapetente así que se pidió una Sopa de Fideo seco en salsa de frijol, dice que estaba muy buena pues no le ofreció a nadie, La Lulúe se aventó unas Chuletitas de cordero con salsa de menta, dice que la salsa era de bote, pero las chuletas estaban muy buenas y baratas para lo que cuestan en México regularmente aprox $180 la orden, Mr. Palace le entro al Santo Bailando, es un pollo en una salsa de adobo que lleva pulque, vinagre y un sinfín de ingredientes, un platillo muy especial receta familiar del dueño del lugar, yo me empaque una ensalada Caprese el queso mozzarella estaba súper fresco, los jitomates muy ricos, después seguí con un magret de pato $170 (el magret es la pechuga, el confit es pierna y muslo) en salsa de fresas, muy rico, súper suave la carne del Pato, muy recomendable, terminamos con unos profiteroles con helado de turrón, que ricos estaban, hasta se me antojaron ahorita unos, muy buen lugar.
Despúes nos dirigimos al principal motivo del viaje, la cena en la intimidad en las Cavas Freixenet, primero debo de hacer mención de que la organización fue impecable, algo que no siempre se da en los en este tipo de eventos y sobre toddo cuando son 250 personas, creanme fue notable, nos recibieron con una copa de vino blanco espumoso viña dolores, buena acidez, además nos dieron unos platones con queso y carnes frías debo de decir que el salchichón estaba extraordinadio (es un tipo de salami más suave), nos dieron una breve y rápida visita a la bodega, luego bajamos 25 metros para llegar a las cavas, la temperatura era ideal 16 grados, el olor me recordó las cavas de porto en Vila de Nova Gaia con ese olor a vino ajerezado y madera absorviendo el vino, en fin solo recuerdos, el sommelier nos explicó un poco sobre la fabricación del vino espumoso (Champagne solo se le puede llamar a los vinos espumosos fabricados dentro de la comunidad de Champagne, Cognac Francia, todos los vinos espumosos fabricados fuera de la región de Champagne se llaman Blanc de Blancs, o Cremant como el Cremant de Alsace, en españa cuentan con la Cava que solo se puede fabricar en Penedes Catalunya, fuera de ahí todo es Vino Blanco Espumoso) ya sentados empezarona servir la cena para continuar con la Opera de Carmen de Bizet en Flamenco, aquí la cosa se pusó buena, la cena estuvo impresionante de primer tiempo unas tostadas con ceviche de marlín, deliciosas, de segundo una sopa de poro con papa en dos tiempos con camarón, buenisima, el plato fuerte fue un filete de res en salsa de cabrales que estaba en su punto con el centro rojo, los otros cuatro comensales de la mesa no se lo comieron porque decian que les iba a hacer daño hazme el favor ni que les fuera a dar el mal de las vacas locas, el banquete lo sirvio una empresa llamada Protocolo, que bárbaros muy buenos, el evento estuvo padre pero creo que va mucha gente que no tiene ni idea ni buen gusto, el próximo año nos vamos una mesa de 8 para pasarla bomba.
Al día siguiente en Bernal fuimos a desayunar al Mirador, nada del otro mundo, solo la vista, mi recomendación es desayunar como a las 10 antes nada esta abierto, decidimos ir a la fabrica de quesos Vai, esta divertido el paseo aunque lo siento muy impovisado, los quesos muy buenos el Provolone increible, el Oaxaca muy deficiente, fue un viaje muy ilustrativo muy divertido.