Km 107 Carretera México-Acapulco
Este es uno de esos lugares que están a la mitad de la nada y él tiempo lo ha hecho famosos, sin complicaciones, un menú que nunca ha cambiado, el encanto de este lugar es que es una fonda a la mitad del camino, el típico lugar en donde paraban tus papás para que no se te hiciera tan largo el camino, hay que recordar que antes de 1993 el viaje por carretera México-Acapulco duraba unas seis horas, que eran infernales.
Debido a la contingencia por Influenza Porcina, nosotros nos encerramos en Cuernavaca por aquello de no querer estar cerca de los chilangos, lo extraño es que la ciudad de la eterna primavera estaba atestada de defeños, que ironía.
La Pelusa desde el día anterior me sentenció con ir a desayunar a 4 Vientos, yo al ver su sonrisa de par en par como niña chiquita, no pude decir que no, porque para ser honestos, eso de tener que tomar carretera y pagar casetas para llegar y regresar ($52 cada una), no me ilusiona en lo absoluto, pero como hace dos semanas no se le pudo hacer ya que estaba cerrado (ojo abre de 7am a 7pm los 365 días de año), ni modo una promesa es una promesa.
No voy a negar que con esto de la contingencia íbamos con el temor de encontrarlo cerrado, o por lo menos con "solo para llevar", pero no al contrario, estaba abierto y funcionado a todo vapor, se encontraba lleno, pudimos encontrar una mesa vacía, lo interesante es ver que con el tiempo la modernidad ha llegado a este lugar, ya menos rupestre la decoración, ahora cuentan con estaciones digitales para enviar las comandas a la cocina, no que no, lo importante es la comida, empezamos con dos jugos de naranja $15, dos tamales de elote $8 c/u estos eran diferentes ahora, ya no eran solo de elote tipo los uchepos de Michoacán, no ahora tenían canela, algo extraño ya que al ser muy aromática esta especia hace que se opaque el sabor amantequillado típico de estos tamales, buenos pero no me encantaron, que regresen los otros!!!, seguimos con la orden de cecina $67 es probablemente el platillo insignia, sencillo, suave, jugosa, muy buena calidad de carne, para mi gusto la cuecen demasiado (esta es la única carne de res que Pelusa se come bien hecha, generalmente si no muge aún no le entra) pero entre ordenes siempre algunas llegan menos hechas, y es muy buena en general cumple muy bien con las tortillas hechas a mano tamaño jumbo, pedí algo extra una orden de longaniza $45 por aquello de no temerle al puerco, ahumada, picosa, grasosa, muy rica, la orden viene muy bien servida ideal para acompañar el taco de cecina, además la orden de crema ácida $25 fresca y rica en grasa, no como la del supermercado que da pena.
Yo creo que deberían de vender Cecina cruda para llevar, yo si me llevo mi kilo para el camino.
Manejen con cuidado, pero mejor con la panza llena.
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